ZAPATOS DE COLECCIÓN EN STOCK. ENVÍOS A TODO EL MUNDO. TIENDA FÍSICA EN C/ ALMIRANTE, 18 (MADRID). PARA ZAPATOS PERSONALIZADOS PUEDES SOLICITAR TU CITA PRESENCIAL O VIRTUAL.
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¿Sabéis cuantas manos tocan un zapato antes de que puedas calzarlo?
Me declaro culpable. Yo “soy de esas" que pensaba que para hacer un zapato metías todos los ingredientes en una coctelera y pasado un tiempo salía un zapato hecho como si de una churrera se tratara. Entendía que si alguien podía hacerlos y venderlos a 20€, esto tenía que funcionar de un modo así o parecido.
Efectivamente cuando entras en el mundo del calzado te das cuenta de que no hay nada más lejos de la realidad. Todo está en el cariño, cuidado y detalle de quien lo maneja y los materiales que se emplean para ello.
Me encantaría deciros que mi padre era zapatero y que llevamos haciendo zapatos desde hace más de 40 años en nuestra fábrica de Elda. Y que, por eso, hacemos zapatos y los hacemos tan bien. Pero os mentiría. Mi padre era una persona espectacular, una de las personas que más he admirado en mi vida, pero jamás hizo zapatos. Sin embargo, he tenido la gran suerte de poder trabajar con personas que sí tienen esta trayectoria y que me han dado la grandísima oportunidad de trabajar con ellos y crear lo que, a día de hoy, es Just-ENE.
Cuando por primera vez pasé la barrera de la “obsesionada compradora de zapatos” y entré en la primera fábrica entendí perfectamente de que se trataba.Después de esta primera visita entendí que, detrás de cada zapato, hay una historia, una obra de arte de una serie de artesanos que se especializan en su trabajo y consiguen crear algo que roza la perfección.
Pocas veces me he sentido más ignorante que cuando me enseñaron los múltiples errores de fabricación del “zapato de ejemplo” que se me ocurrió llevar a la fábrica. Nunca jamás me había parado a analizar estos detalles. Un zapato era simplemente un zapato, ese algo bonito que alargaba tus piernas y arreglaba tu look más desastre.
Sin embargo, cuando entras en Elda, hablas con diseñadores, patronistas, fabricantes, proveedores…entras en un mundo en el que la pasión por su trabajo es tradición, y esto se respira en el ambiente.
Recuerdo con especial emoción mi visita reciente a este primer fabricante con el que hablé en su día.
Él fue la primera persona dentro del mundo de la fabricación a la que fui a ver, cuando Just-ENE no era más que una mujer con una tremenda ilusión, muy poca idea de este mundo, un “zapato de ejemplo” y unos papeles en la mano explicando aquello que quería hacer. Él me explicó la realidad de lo que había detrás de lo que quería hacer y pensó, quizás con acierto, que estaba loca, pero pocas cosas se podían interponer ya para que no luchara por lo que quería.
Pasado más de un año repetí mi visita, no puedo describir lo que sentí cuando pude ver la emoción en su cara al ver lo que habíamos creado. En eso momento nos dimos cuenta de que, como mínimo, habíamos conseguido hacer algo especial. Y es cierto, detrás de cada par de zapatos hay un trabajo, un cariño, una emoción.
Empecé con una ilusión, unas fotos y unas ideas de lo que quería hacer. Pero esto no acaba aquí, siguió la búsqueda de materiales de calidad. Todavía recuerdo el primer Just-ENE. Nuestra “piel de prueba” resultó ser tal desastre que acabé llevando un rotulador negro para redibujar el estampado que se iba cada vez que rozaba al andar….Desde luego no todo es tan fácil como parece. Sin duda, un mal material es capaz de arruinar un buen zapato y esto es la prueba de ello.
¿Y si os dijera que, en un zapato sencillo de Just-ENE interviene el trabajo de más de 15 personas y proveedores distintos?, ¿y que del buen hacer de todas depende el éxito de un zapato?
Diseñamos un zapato, se hacen los patrones, este se monta en una horma, lleva suelas, tacones, pieles, refuerzos internos (contrafuertes), el logotipo en las suelas, el tirador de las cremalleras, los adornos, las plantas que dan forma al zapato…y todo esto se lleva a la fabricación…cortamos la piel, la cosemos (aparamos), montamos el zapato, clavamos el tacón, pegamos la suela……
Sólo para que os hagáis una idea os diré que por ejemplo, nuestra sandalia Irene, lleva más de 10 horas de trabajo sólo en el aparado.
Como todo en la vida, cada detalle cuenta y cada parte es indispensable para conseguir un trabajo bien hecho, y eso es por lo que cada día luchamos en Just-ENE, tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos para que cada una de vosotras se pueda llevar su sueño a casa.
Un fuerte abrazo,
Irene Gil
Fundadora de Just-ENE
agosto 11, 2020
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